martes, 1 de abril de 2014

V

Volaré sin alas


Somos gorrión cautivo en el estante dorado de la vida.

Se entrecruzan caminos y muestran como se interpreta el canto
ese piar oculta desesperación
esa dulce melodía al caer la tarde  
esos trinos que rasgan gargantas.
¿Quién entiende su lamento,  si es nido de amor o arrullo en soledad?
Cada cual se re interpreta en sus silencios y cava su tumba
a veces en utópica ironía
a veces en esperanza.

Atrapamos la pasión en nubes, viento o tormenta y dura lo mismo que un suspiro.
Lánguida felicidad derrochada, lánguido abrazo que controla.
Pájaro disecado, jaula dorada, árbol seco y su voz en eco reverberan te:

¡No te pases el tiempo del amor y su canto son finitos!

Aplauden, sonríen…
El monigote en su trono, se pavonea.
Manos de telaraña agitan el sombrero de enterrador,
el gorrión yace entre espasmos.

1 comentario:

  1. Qué bueno leerte, amiga, el poema creo esconde algo debajo de su piel, yo no sé nada, hay luces en mi casa, hoy a vuelto a publicar una de las personas que más quiero en el mundo.

    Besos.

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