miércoles, 2 de abril de 2014

IX

Volaré sin alas


…aquel tiempo en que me vi nacer ignorando que en la lucha moría
-fui aurora tarde y oscuridad-
veo un rastro de sombra que crece e inunda mi portal
pasos que desvanecen mi voz y mora el silencio
que duele
que señala cada espacio y grita con la garganta rota del trago negligente
se me duele el alma
se duele
¿por qué rompiste la cancela si no quieres entrar en mis entrañas?
pobre sin aliento, sin pies, sin manos
atrapada en mí, en la locura que negrea vida y crece más dolor, más lamento
ven muerte déjame partir en tus labios dulces envuelta en la capa de luz
quiero amarte como amé al vivir
copulando con frio tu venida
que se relame
siendo uno en el mismo ser
quiero amarte muerte
la vida duele demasiado.

2 comentarios:

  1. Traje un pastel exclusivamente para ti, es de fresa, tiene pedacitos de chocolate y una figura bien bonita. Te lo guardo.

    Bss.

    ResponderEliminar
  2. La vida duele, no lo dudo soy de la misma carne y hasta ahora nadie me dice que un alma no es el cúmulo de una energía que nos mantiene, quizá por ello tengamos que convertirnos en dinamo en los hechos que dan el movimiento, porque sólo así vamos 'encendidos' para no caer tantas veces o rodar con tantas zancadillas, amiga mía. Desear la muerte no es buscarla, sólo es llamar por si ella está cerca... ¡Tan cerca que va encima y al lado cada día! Pero a mis años me doy cuenta que esto es ya lo de menos, da lo mismo que ella venga o nos sonría burlona por lo que sabe que aún no descubrimos alrededor de donde nos movemos..., "lo que tiene que ser , será"- decía mi querida Vieja-
    La muerte no es el problema, es el problema que vivan los que hacen que se frene la ilusión de la vida, esos son los que deberían recibir toda zancadilla, no quienes cumplen con los preceptos más básicos y no tienen por qué aguantar a tantos canallas, que matan la ilusión de todo. Tenemos que seguir denunciando, luchando y hacer de la palabra de vez en cuando un arma. Hay que hacerse oír aunque sólo sea una labor de granito de arena. Me importa la Eternidad tanto como ese granito, querida amiga.

    Mi abrazo.

    ResponderEliminar