Hoy descubrí
tu nombre absoluto.
Sin género
ni numero, sin fin y sin comienzo.
Llegar a ti
el sin retorno, unirse a ti la nada.
Sabes que lo
contamos todo y le ponemos a acento, menos a ti.
Es el espejo
en su silencio el que cautiva habla por ti, del tiempo.
Atravesé el
cristal, rompí las cuencas de mis ojos, despedace mi vientre hurgando en cada
tripa,
con la
navaja del saber vacié todo juicio
y no te
hallé.
Aun naciendo
el sol y en el ocaso me recorres las venas, hielas mi alma
y no te nombro.
Anoche en
sueños te vi, me vi…
entrelaza en
el tic de un corazón en pausa,
en vorágine de
un tsunami sangriento
o en la
bocanada del último cigarro…
cayendo hacia
la luz.
Sé que eres:
el miedo a
lo finito,
el caos del
yo que se extenúa,
el llanto en
nacimiento,
el fin desde
el inicio…
La verdad
absoluta.
¡! Muerte!!
"sé qué eres: el miedo al miedo. El pánico"
ResponderEliminarY sinemvargo, vida total
Abrazo
Estremecedor pero real. Necesario este grito que sale del alma.
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