Primer cuento 13/07/2011
…en ese estante reposaba un cuento con alas.
Y Nekane dormía.
Me dije, mañana cuando me lea, no encontrara novedades y con esa cara de aburrimiento cerrara la tapa, me tirara al suelo y se olvidara de mí.
No y no, no quiero ser un cuento olvidado, tengo alas y debo aprovecharlas.
La ilusión de Nekane es ser astronauta, ver estrellas, posar sus pies en la luna y desde allí emprender miles de vuelos a planetas desconocidos.
He de tomar una decisión y volar.
Veo que tiene un libro que habla de Moscú, allá voy…
Hace un frio terrible es invierno, las cúpulas doradas de la Plaza Roja están cubiertas con un sombrero de nieve, abro mis hojas y empiezo a sombrearme de imágenes, allí unos niños danzan en patines y otros se guerrean con pelotas heladas, casi me dan…aparecen por una esquina dos renos, tirando de un carrito, me froto los ojos y sigo copiando pagina tras pagina…señoras con botas de piel y gorritos calados, cosacos y antorchas, el metro con impresionantes cuadros, las calles que hielan suspiros y todos, todos...los momentos mágicos.
Pero amanece y debo regresar...deprisa, deprisa mis alas desaparecerán a las 8 de la mañana(duerme Nekane) esta noche...
tendrá un nuevo relato y su sonrisa de Piloto iluminara la habitación.
Shhh…hasta pronto.
Un cuento con alas.
Ese gran deseo de no pasar desapercibidos, de no ser olvidados...
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